Paraje Natural Alto Guadalquivir

El Paraje Natural Alto Guadalquivir se encuentra al norte de la provincia de Jaén, a lomos del río Guadalquivir. Aunque la mayoría de su territorio se encuentra en Cazorla, también se extiende por Jódar, Úbeda, Peal de Becerro y Torreperogil.

Tiene una superficie total de 663 hectáreas y está declarado Paraje Natural Protegido de Andalucía desde julio de 1989. De esta manera, la Junta de Andalucía establece medidas adicionales para su protección.

También está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) desde 2002. A finales de 2016, esta zona también se cataloga como Zona de Especial Conservación (ZEC).

Descripción

El Paraje Natural Alto Guadalquivir está formado por tres embalses:

- Puente de la Cerrada, con 122 hectáreas.

- Doña Aldonza, con la resurgida laguna de la Herradura, de 301 hectáreas.

- Pedro Marín con las Tablas de Pedro Marín, ocupando 240 hectáreas.

En los años 50, los humedales y zonas pantanosas situados en el sur de los cerros de Úbeda fueron gravemente dañados. Este deterioro se ocasionó por la construcción de varias presas, las cuales tenían como objetivo contener y explotar de forma eléctrica las aguas que recorrían el río Guadalquivir, el río más largo de Andalucía.

Ahora, tras la colmatación, los paisajes naturales vuelven a resurgir con fuerza. Una colmatación es el relleno de una depresión natural o artificial mediante la acumulación de sedimentos; este en concreto, transportados por el agua.

Si bien la vegetación vuelve a ser protagonista del Paraje Natural Alto Guadalquivir, lo cierto es que esta zona se enfrenta a varios problemas provocados por el cambio climático, como los frecuentes incendios de los bosques de ribera, el arrastre de lodos, la contaminación del agua, la acusada sequía de los últimos años, los residuos agrícolas…

Entorno

En el Paraje Natural Alto Guadalquivir se puede apreciar la combinación entre un sistema natural y un sistema artificial. Así, conviven en armonía la naturaleza más típica de río, bosque, sotos de ribera, antiguos humedales y tablas naturales con los artificiales embalses colmatados y vegetación palustre.

El resultado no es otro más que una riqueza biológica potencialmente más alta que la que se daría en cada uno de estos ecosistemas por separado.

Toda la zona húmeda artificial se encuentra rodeada de cultivos. Estos cultivos suelen estar orientados al cultivo del olivo, la principal forma de agricultura de la provincia de Jaén, y de cultivos de espárragos, muy comunes en la zona.

Vegetación

La vegetación del Paraje Natural Alto Guadalquivir está formada por eneas y cañas, las cuales están acompañadas de bayuncos y tarays. En sus riberas, se pueden apreciar álamos. La erosión de sus suelos, provocada por la irregularidad en las precipitaciones, el relieve accidentado, sustrato litológico erosionable y manejo de suelo propio de este cultivo, produce grandes pérdidas de suelo que, arrastrado por las aguas, colmata finalmente los embalses.

La pérdida de suelo provocada por los factores climatológicos es una gran amenaza para este espacio natural. El bajo nivel del agua es propicio para que avance la vegetación, alterando de esta manera el hábitat de muchas especies.

Fauna

La fauna relacionada con las aves acuáticas es la más representativa de la zona del Paraje Natural Alto Guadalquivir, donde podemos descubrir un abundante y variado grupo en los embalses.

La riqueza biológica se refleja en la variada y numerosa representación de este tipo de aves, entre las que se pueden destacar poblaciones de calamón (especie catalogada como amenazada a nivel comunitario), aguilucho lagunero y avoceta común. Incluso, hay especies de malvasía cabeciblanca en invernada y en paso.

Otras especies menos comunes, pero que igualmente se pueden observar en este paraje natural, son el ánade real, la cerceta común, el pato cuchara, el ánade silbón, el porrón común, el porrón moñudo, el ánade friso, el ánade rabudo, la garza imperial y la garza real.  

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